9.4.11

Un tenedor clavado en el espíritu


Esto es lo que siento. Dos puntos. Un vacío cáustico errante en mí. Me acabo de enterar [recién abro los ojos], de que mi vida ha de terminar como cualquier vida. Mismos modos, misma lógica. Cajón cerrado.
Lo que digo no es un dato menor; por el contrario, es una denuncia formal de lo que las probabilidades van a hacer conmigo.
He dicho que abrí los ojos, como quien dice, y me di cuenta de algo. Voy a contar cómo pasó: un día me doy el gusto de ver en el escenario a uno de mis músicos de cabecera [don Jared Leto] y lo que debió ser un buen rato de rock y malos modales fue, en verdad, algo más. Algo inesperado. [Quiero decir salté, canté y grité como mina] pero a la salida del Luna me quedó un tenedor clavado en el espíritu. Cuatro puntas de metal en el alma duelen como un desamor en carnaval o como una llamada telefónica en la madrugada. Uno despierta sorprendido y se enfrenta a lo que será Dios quiera. Para colmo, recién terminaba de llover [cualquiera sabe que el telón perfecto para la tristeza es el sopor de una calle mojada] y buenos aires me hacía esperar en la parada del 125 con una multitud que reía nada entendía. Uno más de los estudiantes sentados en el cordón con un nudo de corbata vidas promedio remontando la avenida en latas de atún. Jared Leto guardaba el show en la valija otro lo esperaba en santiago a través de los andes, nadie le importaba qué daría yo por estar en sus pantuflas y renegar con fanáticos despeinados horas siglos aeropuertos que nunca saludan.
Jared Leto espera sentado como está en el camarín y no hay cómo imaginar, veinte años atrás sólo un niño como yo, escapa de su casa y salta de trampolines a teatros y escuelas de pintura. Wikipedia dice que sufrió un breve período en la pobreza [breve período en la pobreza, qué manera es esa de hablar] con Shannon el mayor de los dos antes de actuar en series de bajo presupuesto. Cuenta la leyenda que empezó a hacer música en una cochera [a veces el universo se empeña en repetir los escenarios] y no paró de componer canciones de exportación. Es razonable especular que las cosas terminaron bien tocando lejos de casa con los bolsillos llenos y las sonrisas pintadas, pero de eso no tenía idea cuando pegó el portazo y saltó al vacío.
Lo pienso en frío y entiendo que una vida en la multitud puede no ser tan malo como parece [pequeñas dosis de amor y domingos en familia] eso dicen y suben a los colectivos y Jared Leto cierra la valija será otro día en mí un pie más cerca del borde sueños de casa de muñecas dudas embotelladas semáforos colas en el súper quizás
mi vida
necesita
un baldazo de
agua fría.